No por intuida ha sido menos triste la noticia. El fallecimiento de Antonio Puerta era un secreto a voces este mediodía. Y a las cuatro de la tarde se confirmaba la trágica noticia.El joven jugador del Sevilla, de tan sólo 22 años, falleció este mediodía a las dos y cuarto en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Las cinco paradas cardiorespiratorias que sufrió camino del hospital le provocaron unos daños cerebrales que el cuerpo no ha sido capaz de asimilar y que le han causado la muerte tras agravarse su situación en las últimas horas.
El joven defensa y centrocampista sevillista sufrió un desmayo en el campo durante el encuentro Sevilla - Getafe de la primera jornada de liga. Tras recuperarse fue sustituido y ya en el vestuario sufrió otro desvanecimiento. Ha estado dos dias y medio ingresado, y al final nada se ha podido hacer para salvarle la vida.
Es un día triste para el deporte mundial, una joven promesa, que debutó con la selección nacional absoluta, ha fallecido víctima de una encefalopatía postanóxica, según señalan fuentes médicas.
Realmente nos encontramos ante lo que se conoce como muerte súbida. Demasiado frecuente entre los futbolistas profesionales; no nos quedan tan lejos las muertes del húngaro Miklós Fehér (de 24 años) en 2004 en un Benfica - Vitoria Guimaraes o la del camerunés Marc-Vivien Foé a los 28 años en un Camerún - Colombia de la Copa Confederaciones.
El hecho de que estas fatales situaciones sucedan más a menudo de lo habitual en el ámbito del deporte de élite se debe, probablente, a que las condiciones que impone el deporte profesional agravan los riesgos de un ataque cardíaco ya que este tipo de casos se pueden dar en situaciones de práctica de un ejercicio físico intenso.
Y, por ello, la gran pregunta es: ¿Y cómo puede ser que con los controles médicos periódicos que pasan estos jugadores no se detecte la enfermedad causante de la desgracia?
La respuesta no tiene fácil solución, pero podéis encontrar más información sobre todo el asunto aquí.
Marcel Sanromà Rovira
Barcelona 28-VIII-2007
¡Hasta siempre, crack!
El joven defensa y centrocampista sevillista sufrió un desmayo en el campo durante el encuentro Sevilla - Getafe de la primera jornada de liga. Tras recuperarse fue sustituido y ya en el vestuario sufrió otro desvanecimiento. Ha estado dos dias y medio ingresado, y al final nada se ha podido hacer para salvarle la vida.
Es un día triste para el deporte mundial, una joven promesa, que debutó con la selección nacional absoluta, ha fallecido víctima de una encefalopatía postanóxica, según señalan fuentes médicas.
Realmente nos encontramos ante lo que se conoce como muerte súbida. Demasiado frecuente entre los futbolistas profesionales; no nos quedan tan lejos las muertes del húngaro Miklós Fehér (de 24 años) en 2004 en un Benfica - Vitoria Guimaraes o la del camerunés Marc-Vivien Foé a los 28 años en un Camerún - Colombia de la Copa Confederaciones.
El hecho de que estas fatales situaciones sucedan más a menudo de lo habitual en el ámbito del deporte de élite se debe, probablente, a que las condiciones que impone el deporte profesional agravan los riesgos de un ataque cardíaco ya que este tipo de casos se pueden dar en situaciones de práctica de un ejercicio físico intenso.
Y, por ello, la gran pregunta es: ¿Y cómo puede ser que con los controles médicos periódicos que pasan estos jugadores no se detecte la enfermedad causante de la desgracia?
La respuesta no tiene fácil solución, pero podéis encontrar más información sobre todo el asunto aquí.
Marcel Sanromà Rovira
Barcelona 28-VIII-2007
¡Hasta siempre, crack!
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